Férula: Cómo Hacerla, Colocarla y Asegurarla como Traumatólogo.

Todo el mundo es capaz de poner una férula; pero no todos saben como hacerlo de manera correcta, aquí te dejamos los consejos más útiles para que lo hagas como todo un traumatólogo.
Los 7 principios básicos para una férula
- Estar seguros del diagnóstico: Esto es lo primero, no podemos intentar colocar una férula sin un diagnóstico, esto con base a la historia clínica, exploración física y los estudios radiográficos convenientes.
- Que no haya objetos en la extremidad que puedan alterar la colocación de la férula: Nos referimos a retirar anillos, pulseras, guantes y cualquier otro tipo de objeto que represente algún peligro u obstáculo al momento de realizar el tratamiento.
- Disponer del material adecuado: Siempre debemos de tener en mente el material que será necesario para realizar el procedimiento con nuestros pacientes, hay que recordar que estos materiales son algodón en forma de tela (guata), vendas enyesadas y vendas de algodón o en su defecto vendas elásticas.
- Colocar la extremidad en posición funcional posterior a la reducción de la fractura: Esto varía según la extremidad, la fractura y la articulación inmiscuida.
- Medir la longitud de la férula de la extremidad contralateral: Esto es para no lastimar al paciente y tener la medida más exacta del miembro sano.
- Darle el grosor adecuado: Lo ideal es entre 1 – 2 cm de grosor o como referencia puedes dar de 10 – 12 vueltas a la venda enyesada respecto a la longitud de la férula, igualmente a la guata para no ocasionar molestias extras al paciente.
- Mojar en agua tibia la venda enyesada y colocarla por encima de la guata, posteriormente aplicar un vendaje circular por encima del yeso con la venda en proporción de 50%/50% para que haga la compresión adecuada revisando no ocasionar ninguna lesión neurovascular con exceso de presión y así evitar la mayor complicación que es un síndrome compartimental, no realizar vendajes en espiga debido a que la compresión no se da de manera uniforme en la extremidad.
Es importante resaltar que cada férula es única y especial, varían las mediciones de paciente a paciente y de extremidad a extremidad, las siguientes son las más comunes para que no se te olviden en tu servicio de urgencias.
Férula de la Extremidad Superior
Braquial
Este tiene una extensión que va del borde inferior de la axila hasta la articulación metacarpofalángica. Con la intención de inmovilizar la muñeca en ligera flexión dorsal y el codo con una flexión a 90º. Se utiliza en fractura de húmero, cabeza de radio, diáfisis de radio y cúbito.
Antebraquial
Va de 2 – 3 cm por debajo del pliegue anterior del codo hasta el nivel de la muñeca. El objetivo es mantener a la muñeca en ligera flexión dorsal. Se realiza cuando hay fracturas de cúbito y radio, metacarpianas, fractura del escafoides y lesión tendinosa en muñeca.
Antebraquiodigital
Realizamos la medición a 3 cm por debajo del codo hasta la falange distal de los dedos; dejando a estos últimos en una semiflexión esto con el fin de evitar una rotación de la fractura y mantener la posición funcional en caso de una rigidez. Se utiliza cuando hay múltiples fracturas en antebrazo y mano.
Férula en U
Se coloca por la cara externa del hombro y brazo hasta debajo del pliegue axilar y es fijado mediante una venda y el antebrazo queda pendiendo de un cabestrillo. Este es utilizado en fracturas de húmero.
Toracobraquial
Incluye el miembro superior en su totalidad, además del tórax y del abdomen, apoyándose en las crestas iliacas. El brazo debe quedar en abducción a 70º, anteversión de 30º – 40º y rotación intermedia.
Férula de la Extremidad Inferior
Inguinopédico
Su característica principal es que incluye todo el miembro inferior, se realiza desde el pliegue glúteo hasta el pie dejando un borde de 2 cm más allá de los dedos. Hay que tener en cuenta que debemos dejar la rodilla con ligera flexión y siempre tener cuidado con el moldeado en todas las prominencias en la extremidad. Es utilizado en fracturas diafisiarias de la tibia, rótula y fracturas supracondileas.
Cruropédico
Ésta tiene una extensión que va desde la parte superior del muslo hasta 2 cm más allá de los dedos, aunque hay una versión denominada calza que llega hasta el tobillo para permitir la movilidad. Dejando la rodilla ligeramente flexionada
Botín
Abarca desde la base de los macizos de los platillos tibiales, tuberosidad anterior de la tibia y por detrás hasta unos 5-7 cm bajo el pliegue de flexión de la rodilla. Por debajo incluye todo el pie dejando los dedos libres por la parte dorsal y prolongándolo por la zona plantar bajo los dedos más allá de la punta. El modelado debe ser cuidadoso a nivel de los platillos tibiales, surcos pre, retro e inframaleolares y arco plantar del pie. Hay que prestar especial atención al almohadillado en torno a la base los platillos tibiales, tobillo y talón. Se usa en las fracturas de tibia y fíbula, de metatarsiano y los esguinces de tobillo.
Referencias Bibliográficas
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