Rinitis: Diagnóstico de las 5 más Frecuentes en la Consulta.

Revisamos brevemente las 5 rinitis más comunes, para que no las pases por alto y termines diagnosticando en su lugar “una gripe”.
Rinitis Alérgica
Para profundizar en este tema en particular te recomendamos nuestra revisión del tema. Es el tipo de rinitis más común, su causa es una reacción antígeno-anticuerpo inmediata en la mucosa nasal mediada por IgE. Tu paciente se presenta con rinorrea, estornudos, prurito y congestión nasal, indaga si la sintomatología se presentó cuando entro en contacto con algún alérgeno o en alguna época específica del año. Recuerda que el prurito nasal es muy específico para el diagnóstico de rinitis alérgica.
Siempre realiza una exploración física completa, a la rinoscopia anterior podrás visualizar los cornetes inferiores hipertróficos y pálidos (la diferencia entre rinitis alérgica y vasomotora es que en al vasomotora los cornetes siempre están hiperémicos). La endoscopia permite valorar distintos aspectos del interior de las fosas nasales como: aspecto y color de la mucosa, deformidades, secreciones, tamaño y coloración de los cornetes, tumoraciones y pequeños pólipos del meato medio, cavum, etc. Recuerda que la rinitis alérgica se puede asociar a dermatitis atópica, asma, trastornos respiratorios del sueño, rinosinusitis, conjuntivitis alérgica y otitis media.
Existe una asociación epidemiológica bien establecida entre los trastornos atópicos, el asma, el eczema y la rinitis alérgica, que comparten muchos mecanismos fisiopatológicos. Para su tratamiento debes siempre iniciar con corticoide nasal, si el paciente no tolera este o no hay respuesta entonces empezamos con la terapia combinada, la más eficaz es el uso de corticoide nasal con un antihistamínico intranasal. En caso de congestión nasal severa podemos añadir oximetazolina tópica al corticoide intranasal durante unos 5 días. Recuerda que el uso de oximetazolina más allá de los 5 días puede dar lugar a un rebote nasal con aumento de la rinorrea y congestión.
Rinitis Vasomotora
La rinitis vasomotora es una enfermedad de causas desconocidas y prevalente. Es común que se confunda por su presentación con la rinitis alérgica. Esta se puede presentar debido a un aumento de peso, trauma de cráneo, después de sinusitis severa, embarazo o estrés severo. Está asociada con una pérdida de control de la función de la nariz, con una respuesta al frío o calor. Los síntomas principales son congestión nasal, rinorrea clara, nasal y posnasal.
Los desencadenantes irritantes pueden incluir: humo, polvo, aerosoles, olores, perfume, alcohol, productos químicos, viento o un ventilador, soplar en la cara, rápido enfriamiento o calentamiento del cuerpo. Por lo general, los síntomas son todo el año y sin disparadores alérgicos. El tratamiento inicial son las irrigaciones con soluciones salinas normales usando una jeringa de bulbo o Spray salino comercial puede ayudar a hidratar la superficie de la mucosa y eliminar los alérgenos.
Normalmente se requieren agentes farmacológicos específicos para controlar los síntomas. Al igual que ocurre con la rinitis alérgica aguda, comienza con los esteroides intranasales que pueden ser efectivos en el 50%de los pacientes. El ejercicio puede ayudar a reducir la obstrucción nasal estimulando la descarga del nervio simpático, que produce vasoconstricción y dura entre 15-30 minutos. La pérdida de peso puede ser crucial en algunos pacientes que padecen rinitis vasomotora.
Rinitis Atrófica
Es una enfermedad crónica de la mucosa de la cavidad nasal de etiología desconocida. Esta condición es progresiva y se caracteriza por la atrofia de la mucosa nasal y del hueso subyacente de los cornetes, con dilatación anormal de las cavidades nasales, congestión nasal paradójica, y formación de secreciones viscosas y costras secas que conducen a una fetidez característica, llamada comúnmente ocena.
La infección se ha considerado como un factor principal. El organismo más frecuentemente detectado es Klebsiella ozaenae. El diagnóstico se realiza por clínica. Dentro del estudio se incluye historia clínica, examen físico nasal, nasofibroscopia, pruebas de alergia, hemograma, VDRL, cultivos nasales y tomografía computarizada (TC) de la nariz y senos paranasales.
Dentro del tratamiento inicial la limpieza de las fosas y revitalizar la mucosa mediante lavados con suero fisiológico varias veces al día. Cremas hidratantes con vitamina A, gotas nasales aceitosas, vahos o inhalaciones con suero fisiológico. En casos muy específicos se puede recurrir al tratamiento quirúrgico
Rinitis Medicamentosa
La rinitis medicamentosa, también denominada rinitis química o de rebote, se utiliza para describir la congestión nasal adversa que se desarrolla tras el uso de otros medicamentos que no son descongestivos tópicos. Estos medicamentos incluyen antagonistas de los receptores ß-adrenérgicos orales, antipsicóticos, anticonceptivos orales y antihipertensivos. Se caracteriza por congestión nasal sin rinorrea, goteo postnasal o estornudo que comienza después de utilizar un descongestionante nasal durante más de 3 días.
Los descongestionantes nasales también son utilizados con frecuencia por individuos con infecciones virales del tracto respiratorio superior, 25% a 50% de los cuales pueden desarrollar rinitis por medicamentos.Los cambios que podemos encontrar a nivel histológico son la pérdida nasociliar, metaplasia de células escamosas, edema epitelial, denudación de células epiteliales, hiperplasia de células caliciformes, aumento del receptor del factor de crecimiento epidérmico e infiltración de células inflamatoria.
El primer objetivo en el tratamiento de la rinitis medicamentosa es la interrupción del descongestionante nasal. El cese abrupto del descongestionante puede provocar edema y congestión nasal por rebote. Una combinación de antihistamínico/ descongestivo vía oral junto con la dexametasona intranasal también son de utilidad.
Hormonal
Los síntomas de rinitis durante el embarazo y el ciclo menstrual, se consideran inducidos por las alteraciones hormonales. La rinitis del embarazo es aquella sin causa infecciosa, alérgica ni medicamentosa que comienza antes de la semana 34 de gestación, persiste hasta el parto y desaparece completamente en las dos semanas posteriores al parto.
Referencias Bibliográficas
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