Interacciones Farmacológicas: 7 que pueden matar a tu paciente.

Nuestro primer objetivo cuando recetamos es no dañar, y en segundo término tratar sus padecimientos y mejorar su salud. Te decimos en esta ocasión las siete interacciones farmacológicas más peligrosas que debes tener presentes.
Es vital para la práctica clínica conocer el mecanismo mediante el cual interactúan determinados fármacos entre sí. Esto repercute en la evolución y los métodos para contrarrestar dicha interacción. Lee cuidadosamente y cada una de las siguientes interacciones farmacológicas y toma nota para que no prescribas ninguna. ¡Que comience el conteo!
IECAS + Suplementos de K+
Combinarlos hace que el potasio se acumule, dando manifestaciones clínicas mortales de hiperkalemia, cardiotoxicidad y cambios significativos en el ECG: ondas T picudas, bloqueo cardíaco, arritmias ventriculares y finalmente paro cardiorespiratorio. Por si fuera poco, se presentan efectos neuromusculares que se agravan con cuadriplejia flácida o inclusive parálisis de la musculatura respiratoria.
Digoxina + Amiodarona
Cuando ambos se unen el efecto de la digoxina se alarga. Ello provoca arritmias refractarias atriales o supraventriculares, lo que resulta en fibrilación auricular. Aunque ésta por sí misma no es mortal, si no se detecta puede llevar a un tromboembolismo, fibrilación ventricular o de plano a un paro cardiorrespiratorio.
Digoxina + Verapamil
Todo paciente que consume ambos medicamentos (sea cual sea su enfermedad) tiene mucho más riesgo de presentar bradicardia, bloqueo aurículo-ventricular o depresión miocárdica. ¿Nada bonito, verdad?
Alcohol + Benzodiacepinas
Esta combinación puede ser potencialmente letal. El peligro radica en que ambos son depresores del SNC, potenciando la sedación. Esta interacción mortal se presenta primero con mareos, confusión, amnesia, aumento de la irritabilidad y agresividad; posteriormente llega a pérdida del conocimiento, coma o fallecimiento.
Alcohol + Opioides
Es frecuente indicar un tratamiento a base de analgésicos opiáceos (morfina y sus amigos) para controlar dolor por traumas fuertes, con un alivio indudable del mismo. El problema viene cuando se combina con alcohol, pues se producen efectos sedantes exagerados y aumenta el riesgo de depresión respiratoria por sobredosis. Así que, cuando tu paciente salga de fiesta, adviértele que en esta ocasión será conductor designado.
Warfarina + Ácido Acetilsalicílico
Esta combinación aumenta SIGNIFICATIVAMENTE el riesgo de hemorragia de cualquier tipo, tanto así que muy probablemente tu paciente llegue a choque hipovolémico, con las consecuencias fatales que esto representa.
Estatinas + Niacina
Las estatinas se prescriben para el tratamiento de las dislipidemias, cuando existen niveles bajos de HDL y altos de triglicéridos. Sin embargo, existe evidencia de que la interacción entre estos medicamentos con la niacina no mejora la sintomatología coronaria, sino que al contrario puede desencadenar SICA (incluido el IAM) o ictus isquémico.
Como te darás cuenta, el ignorar ciertas interacciones puede llegar a matar pacientes, más aún si se trata de un adulto mayor con la famosa “polifarmacia”. Para prevenir casos potencialmente fatales, repasa éstas interacciones (e investiga muchas más) cuantas veces sea necesario antes de firmar el recetario.
Referencias Bibliográficas
Conrad Fischer, MD. (2014). Master the Wards: Survive IM Clerkship & Ace the Shelf. New York: Kaplan Medical.
Katzung, B. (2012). Basic & clinical pharmacology (12th ed.). New York: McGraw-Hill Medical.
Zhu, J. PhD, MS, MA. Weingart, S. MD. Prevention of adverse drug events in hospitals. En: Al Dia, Post TW (Ed), Dia, Waltham, MA. (Consultado el 23 de febrero de 2015.)