Bloqueos Cardíacos en el Electrocardiograma y Otras Bradiarritmias.

Los bloqueos cardíacos son un retraso en la conducción del nodo AV, asociando un fallo intermitente en la conducción de las aurículas a los ventrículos. Estas arritmias se clasifican en primer, segundo o tercer grado, siendo su etiología muy variable. Revisamos a continuación las principales bradiarritmias que debemos conocer en nuestra práctica clínica, incluyendo las del nodo sinusal.
Como ya mencionamos, la etiología de los bloqueos auriculoventriculares es muy variable. Un aumento del tono vagal puede ser causa de bloqueo en deportistas, ante dolor intenso o durante el sueño; mientras que un síndrome coronario, como un infarto del miocardio, en particular inferior, o un espasmo de la coronaria derecha pueden también provocarlo. Los fármacos que actúan directamente sobre el nodo AV y que pueden ocasionar un bloqueo son la digoxina, β-bloqueadores, verapamilo y diltiazem. De la misma manera, el bloqueo puede ser ocasionado por los antiarrítmicos que enlentecen la conducción del sistema His-Purkinje.
Infecciones, tales como una miocarditis aguda, la fiebre reumática, mononucleosis infecciosa, la enfermedad de Lyme o la de Chagas, así como la amiloidosis o los mesoteliomas cardíacos pueden provocar un bloqueo cardíaco. Los bloqueos auriculoventriculares congénitos ocasionan un bloqueo suprahisiano asociado a un ritmo de escape rápido. Pueden ocurrir ante la presencia de anticuerpos anti-Ro o anti-La maternos en el lupus eritematoso. Las enfermedades crónico degenerativas pueden igualmente ser causa de un bloqueo cardíaco.
Es así como la hipertensión, al provocar hipertrofia y fibrosis, puede producir degeneración del sistema de conducción; al igual que la miocardiopatía hipertrófica, estenosis aórtica calcificada o calcificación del anillo mitral. La enfermedad de Lev, que cursa con fibrosis degenerativa del Haz de His, y la de Lenegre, con fibrosis degenerativa de las fibras de Purkinje, son causa frecuente de bloqueo auriculoventricular en el adulto. Son generalmente adquiridas, pudiendo ser secundarias a una mutación en el gen del canal del sodio SCN5A.
Otras causas de bloqueos cardíacos son la distrofia miotónica de Steinert, el lupus eritematoso sistémico, los antipalúdicos y las enfermedades granulomatosas como la sarcoidosis.
Bloqueos de Primer Grado
Los bloqueos de primer grado se caracterizan por un intervalo PR prolongado (>0.20 seg), pero todas las ondas P se conducen. Entre las causas están anormalidades estructurales subyacentes del nodo, aumento del tono vagal con reducción en la tasa de conducción, o medicamentos que alteran la conducción como la digoxina, β-bloqueadores y bloqueadores de los canales de calcio.

Bloqueos de Segundo Grado
Algunos impulsos auriculares, es decir, ondas P no conducen, lo que resulta en un intervalo R-R largo. Existen dos tipos:
Mobitz tipo I o de Wenckebach
Es un bloqueo intermitente en el nodo AV, que resulta en una falla en la conducción del impulso hacia los ventrículos. Se visualiza como un alargamiento progresivo del intervalo PR hasta que la onda P no es seguida por un complejo QRS, debido a una falla nodal. Cuando la siguiente onda P alcanza al nodo AV, éste se ha recuperado y puede llevar a cabo una transmisión normal. Y así el patrón se repite constantemente. Este tipo de bloqueos son de buen pronóstico y no requieren de tratamiento si no ocasionan síntomas. Son fisiológicos durante el sueño y en deportistas de alto rendimiento.
Mobitz tipo II
Se produce por debajo del nodo AV, dentro del Haz de His o en ambas ramas. En este bloqueo, el nodo AV falla aleatoriamente en la transmisión de impulsos auriculares, es decir, no hay alargamiento progresivo del PR. En el ECG las ondas P sí se ven, pero no todas son seguidas por un complejo QRS. Cuando pasa un impulso a los ventrículos, los intervalos PR son siempre constantes. Los pacientes casi siempre requieren marcapasos, aunque estén asintomáticos. Ello debido a que este tipo de bloqueos evolucionan con mayor frecuencia a bloqueo completo, siendo entonces el ritmo de escape inestable e insuficiente.
Bloqueos AV de alto grado
Forma avanzada del Mobitz tipo II. Es el bloqueo con dos o más ondas P consecutivas que no conducen a los ventrículos. Está indicada la colocación de un marcapasos.

Bloqueos de Tercer Grado (o completo)
Es un fallo total del nodo AV para conducir cualquier impulso de las aurículas a los ventrículos. La frecuencia de las aurículas es más rápido que la velocidad del ritmo de escape. Si el bloqueo se encuentra dentro del nodo AV, los complejos QRS suelen ser estrechos; pero si el bloqueo se encuentra dentro de los ventrículos, el QRS se ensancha. El ritmo resultante o “ritmo de escape” normalmente es más lento que los que vienen de más arriba en el sistema de conducción.
En este bloqueo cardíaco hay dos sitios diferentes de estimulación eléctrica: en las aurículas y en los ventrículos. El sitio que estimule a los ventrículos determinará la frecuencia de la contracción.

El bloqueo suprahisiano tiene un ritmo de escape estable, con una frecuencia de 40 a 60 lpm, QRS estrecho, poca probabilidad de asistolia y con ello buen pronóstico. Este bloqueo responde a la atropina y suele ser provocado por fármacos frenadores o hipertonía vagal.
El bloqueo infrahisiano, es decir, en el haz de His o sus ramas, tiene un ritmo de escape menos estable, con alto riesgo de asistolia y mal pronóstico. Surge generalmente de las fibras de Purkinje, conduciendo de 20 a 40 lpm y un QRS ancho. No responde a la atropina y de forma variable a la isoprenalina, siendo causado por degeneración del sistema de conducción, necrosis secundaria a isquemia o antiarrítmicos.
Bloqueos de Rama
El bloqueo de rama izquierda se identifica en el electrocardiograma mediante los siguientes criterios:
- Onda R monofásica en DI y ausencia de onda q en aVL.
- rS en V1.
- Onda R monofásica con aumento de la deflección intrinsecoide, onda T negativa y ausencia de onda q en V6.
- QRS > 0.12 segundos.

Los bloqueos de rama derecha, por otro lado, se puede identificar mediante los siguientes criterios:
- Onda S ancha en DI o V6.
- Patrón rSR’ en V1 con deflección intrinsecoide.
- Patrón qRs en V6.
- QRS > 0.12 segundos.

Bloqueos Fasciculares
El bloqueo de fasciculo anterior se identifica en el electrocardiograma mediante los siguientes criterios:
- Desviación del eje cardíaco a la izquierda por arriba de 45º.
- Onda q en DI y aVL.
- rS en DII, DIII y aVF.
- Deflección intrinsecoide en aVL > 40 ms.
- QRS normal (<0.10 segundos).
El bloqueo de fasciculo posterior, por otro lado, se identifica en el electrocardiograma mediante los siguientes criterios:
- Desviación del eje cardíaco a la derecha por arriba de 120º.
- Ondas q en DII, DIII y aVF.
- rS en DI y aVL.
- Deflección intrinsecoide en aVF > 40 ms.
- QRS normal (<0.10 segundos).
Se deben descartar otras causas de desviación del eje cardíaco a la derecha, como p.e. hipertrofia ventricular derecha.
Disfunción Sinusal
La frecuencia normal de descarga del nodo sinusal en reposo es de 60 a 100 latidos por minuto. La disfunción sinusal es la alteración de la función de marcapasos del nodo sinusal y, en la mayoría de los casos, se desconoce su etiología. Se asocia a cambios degenerativos de la edad. Algunas causas específicas mucho menos frecuentes son:
- Isquemia del nodo sinusal secundaria a cardiopatía isquémica.
- Procesos infiltrativos del miocardio, como la amiloidosis.
- Enfermedades sistémicas asociadas a bradicardia sinusal, como el hipotiroidismo.
- Fármacos frenadores y prácticamente cualquier antiarrítmico.
Así se presenta tu paciente
La disfunción sinusal leve suele cursar con bradicardia y generalmente es asintomática. Cuando ocasiona síntomas, lo más frecuente es el síncope por bradicardia extrema, así como intolerancia al ejercicio por la incapacidad de respuesta de la frecuencia cardíaca. En ocasiones, la disfunción sinusal se asocia a fibrilación auricular que alterna con periodos de bradicardia. Se denomina síndrome de taquicardia-bradicardia, con alternancia de una y otra aunado a síncope.
Diagnóstico de disfunción sinusal
En el electrocardiograma se observa bradicardia sinusal o bloqueo sinoauricular, pausas sinusales, migración del marcapasos auricular o, en el síndrome de bradicardia-taquicardia, diferentes tipos de arritmias auriculares. En el bloqueo sinoauricular el impulso se genera en las células sinusales pero es transmitido de manera deficiente o no es transmitido a la aurícula. Existen tres grados de bloqueo sinoauricular (BSA):
- BSA de primer grado con alargamiento de la conducción del nodo sinusal a la aurícula. El ECG basal es normal.
- BSA de segundo grado, con fallo intermitente de la conducción de los impulsos desde el nodo sinusal hasta la aurícula. Ausencia intermitente de ondas P.
- BSA de tercer grado o completo, ante ausencia de conducción del nodo sinusal a la aurícula.
El Holter puede ser de utilidad en la detección de la bradicardia o BSA en pacientes con síntomas poco frecuentes, mientras que el masaje del seno carotídeo puede ser eficaz para descartar hipersensibilidad de dicho seno (ver a continuación). El tiempo de recuperación del nodo sinusal se realiza mediante estudio electrofisiológico. Posterior a la estimulación auricular rápida, se mide el tiempo desde el cese de estimulación auricular hasta el siguiente impulso sinusal; el cual se encuentra alargado en pacientes con enfermedad del nodo sinusal.
Tratamiento
La bradicardia sinusal o los bloqueos sinoauriculares asintomáticos no requieren tratamiento. En los pacientes sintomáticos, y aquellos con incompetencia cronotrópica sintomática, está indicada la colocación de un marcapasos definitivo. Se recomienda la colocación de un marcapasos que detecte y estimule ambas cámaras, buscando mantener la sincronía AV y evitar el síndrome del marcapasos.
Síndrome de hipersensibilidad del seno carotídeo
Este síndrome se presenta ante hiperactividad del seno carotídeo ante estímulos normales. El paciente cursa con bradicardia e hipotensión al momento de p.e. afeitarse, colocarse una corbata o incluso mover el cuello. El diagnóstico se establece al realizar la maniobra de compresión del seno carotídeo, pudiendo desencadenar dos tipos de respuestas:
- En la respuesta cardioinhibitoria predomina la disminución de la frecuencia cardíaca, con pausas mayores a los tres segundos; frecuente en adultos mayores.
- La respuesta vasodepresora se caracteriza por vasodilatación, con hipotensión importante.
Se considera positiva una pausa mayor a tres segundos o el descenso de la presión arterial sistólica en más de 50 mmHg, acompañados de presíncope o síncope. El tratamiento en los casos leves consiste en evitar los movimientos que comprimen el seno carotídeo, mientras que en aquellos muy sintomáticos y respuesta cardioinhibitoria se recomienda la colocación de marcapasos definitivo.
Tratamiento de las Bradiarritmias
El tratamiento farmacológico de las bradiarritmias, mediante atropina o isoproterenol, está indicado únicamente ante situaciones agudas. Estos fármacos no han demostrado mejorar los síntomas o la sobrevida a largo plazo.
Marcapasos
Los marcapasos, por otro lado, son dispositivos electrónicos programables con catéteres que se conectan en las cavidades cardíacas. Estos aparatos registran la actividad eléctrica y emiten impulsos eléctricos hacia la cámara cardíaca en cuestión, iniciando de esta manera un punto de despolarización. El marcapasos está indicado únicamente ante la presencia de síntomas secundarios a la bradicardia, como la astenia, síncope o presíncope recurrente, ante las siguientes situaciones:
- Bloqueo bifascicular o trifascicular.
- Disfunción sinusal.
- Bloqueo AV primer grado.
- Bloqueo AV segundo grado tipo I.
Por el contrario, el marcapasos está indicado siempre ante un:
- Bloqueo AV segundo grado tipo II.
- Bloqueo AV de alto grado.
- Bloqueo AV de tercer grado.
- Bloqueo alternante de ramas.
Otras situaciones en las que está indicado el uso de marcapasos es la hipersensibilidad del seno carotídeo grave, ante síncope neuromediado cardioinhibidor puro, arritmias ventriculares por bradicardia o en la terapia de resincronización cardíaca.
Tipos de Marcapasos
Los distintos tipos de marcapasos se clasifican usando un código de 5 letras: la primera hace referencia a la cámara estimulada (A: aurícula; V: ventrículo; D: ambos), la segunda para la cámara que es monitorizada (A, V, D; 0 ninguna), la tercera al tipo de programación (I: inhibe; T: estimula; D: ambos); la cuarta programaciones especiales (R: taquicardiza ante actividad física; 0: sin programación especial; la quinta y última describe la presencia de múltiples puntos de estimulación en una misma cámara (A, V, o D).
El más utilizado hoy en día es el DDD, el cual tiene un electrodo en la aurícula derecha y otro en el ventrículo derecho. Monitoriza y estimula ambas cámaras, se inhibe si el impulso es generado por el paciente o hay conducción AV propia. Nuevos dispositivos utilizados para la resincronización se configuran DDD e incluyen un segundo catéter ventricular colocado en una vena epicárdica del ventrículo izquierdo. De esta manera se estimulan ambos ventrículos. El VVI se utiliza ante fibrilación auricular permanente, con sensor de frecuencia. Los marcapasos que estimulan al ápex del ventrículo derecho generan una imagen en el ECG similar al bloqueo de rama izquierda.
Los desfibriladores automáticos implantables se pueden considerar marcapasos especiales, los cuales detectan ritmos desfibrilables y los suprimen; además de realizar sus funciones normales de marcapasos. Ante una bradicardia de etiología transitoria, como en el caso de una intoxicación digitálica, hipertonía vagal, o uso de otros fármacos frenadores del nodo AV, se implanta un marcapasos temporal hasta la resolución de la causa. Cuando la bradicardia es irreversible se implanta un marcapasos permanente.
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